Día 6 (20 Julio). Orallo 2018
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Buenos días.
Se acaba el día de descanso. Las Secciones vuelven hoy de las rutas. La mañana en el campamento ha sido silenciosa pero eso se acabó a la hora de comer.
Los lobatos entraron triunfantes y encantados con su ruta y deseando contar su aventura. En mitad de la ruta se cruzaron con la tropa Scout. A pesar de la lluvia marcharon increíblemente bien y como compensación por su esfuerzo se tomaron un refresco en el pueblo de Genestoso. Por la noche se hincharon a albóndigas con arroz.
Hoy han hecho una ruta sin carga de macutos por los alrededores del pueblo que no era fácil, pero a la manada le ha parecido poca cosa.
La tropa llegó a campamento acompañada por Bartolo (el cancerbero del grupo) que les ha guiado y protegido durante toda la ruta. Pero por la tarde, aparecieron sus dueños y con lloros y lamentos nos tuvimos que despedir de nuestro amigo con la promesa de que volverá a visitarnos.
Lo mismo ocurrió con la colonia de castores que entraron cantando a grito pelao’ para que se les oyese bien (recordad que sólo son cuatro). Su primera experiencia fuera del campa no les ha dejado indiferentes. Han estado visitando el centro de interpretación del urogallo en Caboalles de Arriba. Buscaron al alcalde del pueblo para pedirles sitio para dormir y les cedió los salones parroquiales. De merienda, sus aguerridos scouters (recordamos, 7 para cuatro), les dieron chocolate para merendar y se volvieron locos. En la segunda parte de la ruta ya habían cogido bien el ritmo y marcharon como escultas.
Por la tarde pudimos disfrutar de una competición muy especial en nuestra propia campa. Montados a caballo los paisanos de Orallo debían coger unas cintas atinando con un boli Bic naranja o Bic cristal en anillas del tamaño de anillos con los equinos a todo galope.
El menú que les esperó a su llegada era un delicioso arroz con calamares y un no menos apetitoso risotto de verduras para los vegetas. Por la noche cenamos unas patas de cerdo asadas en el horno de nuestra panadera de confianza (no os imagináis qué delicia).
Con esto no nos despedimos desde Orallo Down Town, sin antes tranquilizaros comentándoos que la climatología no es tan mala como os pueda parecer. Cuando llueve, el suelo absorbe todo el agua y no se forma ningún charco, todas las tiendas está secas.
Desde Orallo nos despedimos hasta mañana
Buenas noches y buena caza!
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Crónica desde Austria:
LA ROCA EN EL CAMINO
Un nuevo día hemos despertado en Austria, el sol brilla en el cielo y nuestros rostros se iluminan cual conejo cuando le dan las largas.
Empezamos la mañana recogiendo como viene a ser habitual. Después, una dinámica de concentración y capacidad interpretativa preparada por Al y Alonso.
Continuamos con unos dilemas morales, que nos hacen dudar de nuestra ética personal. Nuestro chef preparó unos ricos macarrones a la carbonara, pero vegetarianos (había que adaptar la receta).
Después de tener tiempo libre (el primero de todo el campamento) nos fuimos como de costumbre al lago, sospechosamente más calentito cada día. Un chico que pensamos que era el «socorrista», con una edad comprendida entre 10 y 40 años, nos llamó la atención por lavar nuestras preciosas cabelleras en el lago, ya que desconocía que el champú era biodegradable. Nosotras jamás, jamás haríamos algo que perjudicara a nuestro querido y bienamado medio ambiente.
Para finalizar la tarde, cogimos entradas para el espectáculo magistral del club de la comedia. Mostramos a continuación algunos de los chistes que contaron, que inventaron las grandes mentes de Escultas:
– Doctor doctor, me duele el chuchu.
+ Pues chuchua chuchua (movimiento con pulgares hacia arriba)
– ¿Cómo hace un cura el queso?
+ Curao
Para cenar, un plato mejicano, con productos recién extraídos del huerto del BILLA (proveedor de alimentos). Cuando el sol cayó y la luna salía de fiesta, realizamos una dinámica emocional, preparada por Candelilla y Brumby. Unas velas y bonitas palabras hicieron que la noche fuera mágica. Gastamos todo el papel higiénico, achicando el agua que derramaban nuestros preciosos ojos.
Contamos una historia sobre la importancia de afrontar los obstáculos que la vida nos pone delante. Esquivar los problemas, buscar «culpables» o simplemente quejarnos no solucionará nada, y la «roca» seguirá estando allí. Afrontar los obstáculos, actuar, esforzarse… es lo que nos hará crecer como personas. Mover las «rocas» seguramente implicará esfuerzo, sufrimiento, capacidad de análisis, constancia…, y todo ello nos hará más fuertes y sabios. Superar los obstáculos nos hace mejorar nuestra condición, crecer, evolucionar. La queja, y el evitar los problemas sin afrontarlos, nos estanca.
Por eso os hacemos esta pregunta:
¿Tenéis alguna roca en vuestro camino por mover?
¡Al abordaje!
(Marca la casilla a favor de los vegetarianos, los animales te lo agradecen)
