Día 4 (19 julio) Puentenansa 2019

Hoy todas las secciones están en sus rutas, con lo que en refugio sólo recibimos las gacetillas de las reporteras. Ahí van:

Colonia: Hoy, debido a diferentes problemas de intendencia con otras secciones, la Colonia ha disfrutado de un tranquilo día en Puentenansa con baño incluido en la piscina y noche en el polideportivo.

Manada: Hoy madrugamos para salir hacia Riclones, donde hemos tomado el tentempié de media mañana. Hemos descansado un buen rato para seguir hacia Celis. Allí hemos comido y hemos jugado a varios juegos antes de irnos a tomar un helado. Luego hemos ido al parque del pueblo hasta la hora de cenar. De velada los lobatos nos han enseñado algunas artes marciales

Tropa: Menudo madrugón nos hemos pegado la tropa esta mañana! A las 8 y media ya estabamos en marcha, que hoy tocaba por carretera y mejor encontrarnos con el menor número de coches posible. Después de andar sin una sola queja toda la mañana, hemos llegado a Quintanilla, y nos hemos dado un homenaje acabando con todas las reservas sobrantes de la comida de la ruta (nos hemos hinchado a leche condensada y membrillo). Por la tarde, chapuzón en el río y consejo de progresión, y para cerrar el día, hemos disfrutado de un taller de relajación improvisado que nos ha dado una tropera. ¡Mañana último día! (Qué ganas de una buena ducha, que las moscas ya nos siguen a todos lados)

Esculta: Hoy hemos desayunado filloas y salido desde Cabañes haciendo el final del camino Lebaniego. Algunos escultas cansados se han quedado en Potes y otros han acabado la ruta por la tarde subiendo al Monasterio de Santo Toribio y disfrutando de una visita especial del hermano Patxi (franciscano) que nos ha enseñado la capilla y la mayor reliquia de la cruz originaaaaal. Día rural a tope!!

Clan: Despertamos en la Iglesia de Ruiseñada con la luna aún reinando el cielo. La fuente Pisgu nos proporcionó agua similar a la de nuestras céntricas tierras, la capital, Madrid. Con un petardo en el ojo que todo lo ve nos dirigimos a la fabulosa, espectacular y cerrado, El Capricho de Gaudi. Tras la foto protocolaria, nos dirigimos hacia la Gerra, para descender a la playa.
Varios kilometros después nos dimos un baño merecido en la playa del Rosal. Decidimos darnos una duchita para quitarnos la sal, pero sobre todo la roña acumulada. Debido a la belleza de nuestros cuerpos creíamos que los socorristas nos miraban demasiado, pero en verdad, era por traficar con champú.
En el super más cercano repusimos recursos: crema de sol y aftersun, ¿volveremos morenas?
Hemos ido a parar a un parque, descubriendo que los niños cántabros se divierten cogiendo coquitos y además, odian a Bad Bunny. Después de comer, Paula, a pesar de haber comido un buen plato de garbanzos, no ha cogido la esterilla ni nos ha guiado al dulce placer de la siesta. En su defecto nos hemos viciado a las cartas, hoy tocaba «De que palo es mi Rey» sacando lo poquito que tenemos de mala gente. Antes de embarcarnos en el grumoso mar de puré de patatas, tuvimos que buscar al Guardián de El Estropajo, custodiado con efusividad en su pecho de oro, Antonio. Finalmente hemos terminado el día frente a un lariago, viendo el crepúsculo. Esta noche, bombas, dinosaurios y flechas, acompañados, por supuesto, de gatitos.
Pd. Lucía quiso desayunar garbanzos.
Pd2. El estropajo se ha atrincherado.

Frase del día: Quienes comparten nuestra niñez, nunca parecen crecer (Graham Greene)

Sólo añadir que se ha creado una nueva sección, la de los lisiados, tullidos y estropeados, que van incrementando la sección de castores, a los que pasan a acompañar…Nada de importancia, tranquilidad absoluta.

Y con todo esto, hasta mañana!!

Buenas noches y buena caza!!

PD: Nuevas fotos en google!!!

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